Bev Jo
Mis amigas me han preguntado por qué me molesté en escribir sobre Sonia Johnson, y la razón es que ella es un ejemplo perfecto de una mujer que odia a las Lesbianas y que llegó a una posición de poder en nuestra comunidad Feminista Lesbiana Radical. Ella sigue siendo influyente, pero, lo que es más importante, sigue un patrón que debemos reconocer por nuestra propia seguridad, individual y comunitaria. Quiero que estemos preparadas para reconocer cómo y por qué esas mujeres nos odian, y qué podemos hacer al respecto.
Parte de mi trabajo es hacer pública la verdad para que las mujeres dejen de sentirse tan solas y traicionadas. Las mujeres que se oponen a luchar contra el racismo, el clasismo y todas las opresiones simplemente no son feministas radicales ni ningún tipo de feministas, así que ¿por qué algunas de esas mujeres racistas, clasistas y que odian a las Lesbianas tienen a feministas radicales como devotas seguidoras? ¿Estas seguidoras no las leen ni las escuchan realmente?
Señalo a cualquiera que diga ser mujer y no lo sea, a cualquiera que diga ser Lesbiana y no lo sea, a cualquiera que diga ser feminista radical y no lo sea, y a cualquiera que diga ser Lesbiana separatista y no lo sea. Ese es mi derecho como Lesbiana que ha sido separatista por más tiempo que cualquier otra persona que conozco y como Lesbiana que ha estado defendiendo el separatismo desde 1970.
Lo más irritante es que alguien como Sonia Johnson sea declarada como “antepasada del separatismo Lésbico”, cuando ella salió del armario mucho muy tarde y se benefició del trabajo que hicimos durante años, y encima nos calumnia con:
«¿Cuál es el punto de ser lesbiana?» preguntó Jade. “Cuanto más estoy cerca de mujeres que se llaman a sí mismas lesbianas, más me doy cuenta de que no lo soy…”.
—Yo tampoco —dijo Sonia soñadoramente, casi extasiada por el masaje en la cabeza que le estaban dando—.
Jade: «… La mayoría de las lesbianas son las mujeres más identificadas con los hombres sobre la faz de la tierra».
Sonia: “La cultura lesbiana es simplemente cultura masculina con los pronombres cambiados”.
Jade: “Todavía cuidan de los hombres o se vuelven separatistas, ambas reacciones a los hombres y, por lo tanto, un comportamiento centrado en los hombres”.
(P. 344 – 346, “Fuera de este mundo”, 1993, de Sonia Johnson con Jean Tait/Jade DeForest).
No, las Lesbianas somos las mujeres MENOS masculino-identificadas en la tierra porque somos las únicas mujeres que no solo decimos “no” a los hombres, sino que elegimos amar a las de nuestra propia clase*. Somos la mayor amenaza para el patriarcado. Son las mujeres que eligen a los hombres (mujeres heteras y bisexuales) las que más cuidan de los hombres. Y el separatismo lésbico no es una reacción a los hombres o estar centrada en los hombres: ignoramos a los hombres y nos centramos en otras Lesbianas y mujeres, a pesar del severo castigo y la opresión que esto conlleva. Pero las Lesbianas separatistas también son chivos expiatorios convenientes a quienes la mayoría de las «feministas de derecha» apuntan en algún momento para aumentar el estatus y evitar reconocer que somos una prueba de que hay otras opciones que las mujeres pueden elegir.
*[N. de la T. Podría ser también «nuestra propia especie» o simplemente a «otras como nosotras»]
Sonia y Jean/Jade lo saben, así que ¿por qué mienten sobre nosotras? También deben saber que las mujeres que han optado por hacer que sus vidas giren en torno a los hombres, como lo hizo Sonia durante décadas, y que una vez dijo que ella misma era «irremediablemente heterosexual», son en realidad las mujeres más identificadas con los hombres. Las mujeres tan inmersas en la masculinidad necesitan trabajar en sí mismas para liberarse o continuarán haciendo el trabajo de los hombres como sus colaboradoras, como lo hacen Sonia y Jean. Uno de los beneficios del privilegio ex-hetero es que para dominar a otras Lesbianas, estas mujeres presumen de sus hombres, incluidos los detalles pornográficos. Sonia escribió: “Tenía unos senos tan sensibles que todo lo que Vince tenía que hacer era tomar uno de mis pezones en su boca y tendría un orgasmo «. p. 41.
Pero ella vilipendia a las Lesbianas a lo largo de sus libros cuando las Lesbianas se preocupan por los orgasmos. (¿Quién quiere que a las mujeres no les importen nuestros orgasmos? – hombres).
Odiar a los hombres no siempre significa amar a las mujeres.
Sonia y Jean tienen un gran interés en ser nuestras jefas y decir que las Lesbianas juntas somos más masculinas que las hetero-parejas: “Dos es el número ideal para la desigualdad, para el sadismo, para la reproducción del patriarcado”.
Aún más molesto, ¿por qué las feministas continúan apoyando y promoviendo a Sonia Johnson? Creo que las Lesbianas, como otras personas oprimidas, a menudo han estado tan desesperadas por un líder, por alguien que les dijera qué hacer, que olvidaron o nunca aprendieron el feminismo Lésbico básico, que dice que no tenemos líderes. Queremos igualdad. Y cualquiera que se erige como nuestra líder es un problema.
¿Por qué demonios Sonia y Jean odian tanto a las Lesbianas?
Después de que algunas amigas se obsesionaron con Sonia, obtuve The Ship that Sailed into the Living Room, 1991, y Out of This World, 1993. (Son tan trillados y mal escritos, y tan de Derecha Libertaria, que no he sido capaz de leer sus libros anteriores o posteriores, así que no sé si ha dejado de odiar a las Lesbianas para no perder el apoyo, la adoración y el dinero de las Lesbianas). (Nota: A menos que agregue «1991» a los números de página, estoy citando el libro de 1993.)
Está claro que Sonia leyó la enérgica política Feminista Lesbiana Radical de nuestros periódicos, diarios y libros que muchas de nosotras escribimos desde principios de los años setenta y en adelante, pero finge que ella lo inventó todo. También parece muy claro que ella leyó nuestro libro, Dykes-Loving-Dykes, que co-escribí con Linda Strega y Ruston en 1990, porque muchas de sus más radicales ideas son exactamente como las planteamos en nuestro libro y de las que pocas o ninguna otra feminista ha escrito. Parte de esto se refleja en la copia casi hecha palabra por palabra en temas como la profundidad del odio de los hombres hacia las mujeres, el compromiso de las mujeres con los hombres, la familia, el patriarcado, el sadomasoquismo e incluso los hombres homosexuales que exigen que les demos nuestra sangre Lesbiana mientras las Lesbianas mueren de cáncer, etc.
Desafortunadamente, ella ignora por completo nuestras explicaciones y respuestas para muchas de sus preguntas sobre relaciones y «sexo» porque eso significaría que tendría que enfrentar su propio privilegio. Su calumnia de las Lesbianas Separatistas está dirigida a nuestro libro y a nosotras, pero, por supuesto, no nos enfrentará directa ni honestamente.
Otra forma sencilla de saber si alguien es realmente feminista es averiguar si apoya al racismo o está en su contra. El feminismo y, en particular, el Feminismo Lésbico Radical, se trata de luchar contra todas las desigualdades y opresiones entre nosotras, mientras tratamos de hacer una comunidad lo más igualitaria posible. Las mujeres que no se oponen al racismo, al clasismo y a todas las opresiones simplemente no son feministas de ningún tipo. Qué mejor manera de avergonzar y silenciar a las Lesbianas Feministas radicales que con esta basura odiosa, derechista masculin-identificada:
“¿Quieres saber qué es lo que me pone más enferma? Las mujeres empalagosas se acusan unas a otras de racismo, sexismo, discriminación por edad, discapacitadas… sintiéndose superiores a las mujeres que no son tan políticamente correctas como ellas, que están en un estado constante de erecciones emocionales, eyaculando por todas partes. Odio el sadomasoquismo descarado, el sexo masculino descarado”.
p.187.
“Las mujeres en el patriarcado han aprendido a disfrutar de estar en la cima… a derribar a otras mujeres, a criticarlas, a señalar lo políticamente incorrectas que son o chismear sobre ellas. Es el equivalente espiritual de las mujeres andando con erecciones, violando todo a la vista”.
pág.190.
¿Qué feminista real disfruta viendo racismo, clasismo u otras opresiones? Esto dice todo acerca de cómo Sonia nunca aprendió Feminismo básico pero imagina que sabe más que nadie. Ella cree que luchar contra lo que daña e incluso mata a las mujeres, la opresión, es en realidad un juego sobre ser «políticamente correcta» y ser superior. Ella piensa que objetar el racismo, el sexismo, la discriminación por edad y el capacitismo es algo masculino y sadomasoquista y semejante a violar mujeres, pero que en realidad no es racista, sexista, etc.
¿Y por qué usa términos masculinos tan repugnantes para burlarse de las Lesbianas? Bueno, se necesita una mujer que eligió la intimidad con los hombres y atestiguó «erecciones» y «eyaculación» para siquiera saber lo que son, por lo que inmediatamente afirma el dominio con su hetero-privilegio. Las mujeres como ella quieren que nos imaginemos lo que alguna vez adoraron, y eso significa someternos a un sadomasoquismo no consentido. Esta es también la ira clásica de las heteras hacia los hombres convertidos en lesbianas. Lo he visto demasiadas veces.
Para alguien cuyo libro completo menciona el sadomasoquismo sin cesar, Sonia es buena para ser una bravucona sádica y sin corazón. ¿Por qué ella no sabe que oponerse a la opresión significa recibir un trato peor como si fueras inferior y abofeteada, tal como lo está haciendo Sonia con nosotras? ¿Quién diablos quiere pasar por eso? Es peor cuando eres tú quien se opone a que te opriman, pero incluso cuando te opones a que otra persona sea lastimada, por lo general pagas un alto precio por atreverte a salirte de la línea. Sin embargo, quienes sí se sienten superiores son las personas a las que no les importa que las Lesbianas o las mujeres sean lastimadas.
Sí, cualquiera que haya sido miembro de la RLF* durante algún tiempo, se ha topado con mujeres que usan los problemas para intimidar a otras mujeres, pero eso se hace en todos los movimientos políticos y no hace que esos problemas no sean reales. Por lo general, son las mujeres más privilegiadas las que hacen este tipo de acoso por el poder, como admite Sonia para sí misma:
“Qué alivio enorme, también, renunciar a las obligaciones de criticar la corrección política de otras mujeres, no tener que decidir si estaban siendo patriarcales de cualquier manera -racistas, elitistas, discriminatorias por edad o capacitistas-, y oprimiéndolas al respecto, tratando de obligarlas a detenerse”.
p.162, 1991.)
*[N. de la T. Puede referirse a Radical Libertarian Feminism]
Aquí es donde Sonia revela que ha jugado en ambos lados pues dice identificarse como la “Agente policiaca” en lo que refiere a sermonear a mujeres y Lesbianas sobre lo que han hecho “mal”, no para que la opresión se detenga, sino por la emoción que le produce:
“Todo el tiempo me había dado cuenta de que mi comportamiento sádico de base sexual impregnaba cada interacción social… A juzgar por mi muestra de uno, estoy bastante segura de que la mayoría de nosotras tenemos prisa a expensas de otra mujer… Recientemente noté una clara sensación de decepción cuando una mujer con la que estaba hablando elogió a una amiga que teníamos en común. Me decepcionó porque parecía que se dirigía a hacer un comentario despectivo, no un elogio, y estaba anticipando la rápida sacudida de pseudo-superioridad y bienestar que sabía que obtendría de eso… en la iluminación de ese momento, reconocí el sadismo, mi antiguo compañero. … Siempre me entristece encontrarlo todavía acechando por dentro”.
pag. 204, 1991.
Otro ejemplo de distorsión de la realidad:
“Estoy mejor porque he sufrido más. Soy una mujer de color, o me han incestado o violado, o soy pobre y no tengo un título universitario y uso ropa de segunda mano”.
pag. 229.
Obviamente, Sonia no puede imaginarse por un momento sufriendo racismo, clasismo u otras opresiones. Decirle a alguien que se detenga no es “oprimirle”. Todo lo que puede pensar es en la atención que perderá si las mujeres se preocupan por las mujeres que están más oprimidas y trabajan para detener esa opresión. Ni siquiera quiere que seamos políticas, ahora que ella misma ha terminado con la política electoral. pag. 215.
Las mujeres que quieren igualdad deben ser una amenaza tan tremenda para Sonia que quiere asegurarse de no estar rodeada de verdaderas Feministas Lesbianas. Después de todo, ella es una eurodescendiente, una mujer de clase privilegiada (no solo en sus orígenes, también en la actualidad), sana y bastante joven (en ese momento), Fem, ex-hetera, ex-esposa y madre que parece rodearse igualmente de mujeres privilegiadas (que no son la mayoría de las Lesbianas en los EE.UU. o el mundo). Pero luego está tan por encima de la mayoría de las mujeres porque no tiene que preocuparse por cuestiones de supervivencia como trabajar (recomienda a las mujeres que dejen de trabajar pero no sugiere cómo pagar el alquiler, comer, etc. p. 215) o dónde vivir (ella menciona haber visto casualmente una casa que quiere comprar, aunque ya tiene una casa de once habitaciones, cortesía del privilegio de estar casada con el Sr. Johnson (p. 25, 1991). Incluso tiene varias habitaciones para elegir, aunque ahora muchas mujeres comparten habitaciones para no quedarse sin hogar. Ella nunca se refiere a que las relaciones Lésbicas (su alteza no va a hacer que deje de usar el término “relación”) son difíciles debido a la pobreza, el exceso de trabajo, rara vez pasan tiempo juntas, viven en áreas peligrosas, no tienen hogar, tienen discapacidades, son separada de amantes que no pudieron obtener visados, etc. Sonia es el epítome de una mujer privilegiada y arrogante con demasiado tiempo libre.
Esto es lo que dijo sobre cómo tratar de tener diversidad hace que los colectivos fracasen:
“¿Una mujer de color, una con capacidades diferentes, una anciana, una pobre, una mujer de clase trabajadora por cada una de las tantas mujeres protestantes anglosajonas blancas de clase media (WASP)? …tenemos que elegir mujeres que conozcamos y que nos gusten, que se parezcan tanto a nosotras como sea posible.“
p. 282.
Eso suena terriblemente aburrido, así como elitista. ¿Qué pasa si las mujeres que conocemos y nos gustan no son como nosotras? Está proyectando su visión de una comunidad segregada con una alineación que no tiene sentido.
Debido a que las WASP (protestantes anglosajonas blancas) de clase media son una minoría, otros tipos de mujeres estarán representadas automáticamente en los colectivos, a menos que aquellas con privilegios lo hagan deliberadamente inseguro para nosotras/ellas. ¿Es siquiera consciente de que su grupo privilegiado no es la mayoría de las Lesbianas, que son pobres y de clase trabajadora, y cada vez más mujeres de color?
Sonia se refiere a sus antecedentes como WASP «cristiana fundamentalista» cuando no lo es en absoluto. Ella sabe que ni siquiera tiene antecedentes «protestantes», ya que el mormonismo es un culto extraño, particularmente misógino, fundado por un hombre que quería tener varias mujeres y, hasta hace relativamente poco tenía una estricta jerarquía racista. (¿Suena remotamente como una variación del cristianismo?)
Así que creció sintiéndose superior a otras personas en el mundo en un culto donde los miembros no solo hacen proselitismo de su culto en todo el mundo, sino que incluso bautizan a personas muertas de otras culturas, incluidos los judíos que murieron en el Holocausto, para convertirlos en mormones después de la muerte, contra su voluntad. (“Las ceremonias llamaron la atención del público por primera vez en la década de 1990 cuando se descubrió que se realizaban en unos cientos de miles de víctimas del Holocausto”).
Sonia se refiere a ser una misionera para los samoanos «primitivos», pero no menciona cómo los mormones usaron a los samoanos poniéndolos en contra de su propia cultura para que fueran partidarios fanáticos del mormonismo de derecha. pág. 82, 1991. (Los mormones llevaron en autobús a los isleños del Pacífico que se convierten en California para hacer protestas a favor de la Proposición 8, y eliminar los derechos de las Lesbianas).
Además, supongo que está tratando de evitar futuras objeciones a estos libros increíblemente antifeministas. (A diferencia de las amigas ficticias anacrónicas mal escritas con las que llena el libro, probablemente tenía algunas amigas Feministas Lesbianas Radicales reales que no serían eliminadas tan fácilmente).
Entonces, ¿qué tan Lesbiana era Sonia?
Hay lugares en los libros donde Sonia revela cómo nunca se molestó en aprender el Feminismo Lésbico básico y no parece saber la diferencia entre mujeres y hombres.
“El resultado es una dinámica que hace que el movimiento de mujeres sea potencialmente el lugar menos seguro para las mujeres, pero que hace que las relaciones Lesbianas sean aún más peligrosas que los matrimonios oficiales…”. p.102, 1991.
La principal causa de muerte por asesinato es de hombres con los que las mujeres tienen intimidad, por lo que, por supuesto, las mujeres en relaciones Lesbianas están mucho más seguras.
Es importante notar cuánto de sus libros son proyección. Ella siempre se identifica con los opresores entre las mujeres, incluso inventando escenarios que yo nunca he presenciado, y eso que he estado en una comunidad Lesbiana desde 1970. Ella cuenta cómo en una conferencia una Lesbiana dijo que ya no era heterosexual, pero que aún soñaba con tener sexo con hombres, y obtuvo una reacción de indignación y enojo por parte de las Lesbianas. No lo creo (si alguna Lesbiana reaccionó así, me encantaría conocerla). En general, estas mujeres se consideran mucho más importantes que las Lesbianas que no hablan de sus hetero-experiencias. (Mientras tanto, nunca podemos alejarnos de la maldita conversación heterosexual, que está en todas partes y es una forma de marginar a las Lesbianas y las mujeres célibes). Incluso en un grupo de apoyo local que era para Lesbianas molestas porque las amigas y amantes Lesbianas volvían con los hombres, la «facilitadora» hizo una gran confesión sobre cómo estaba follando con su exmarido. En lugar de preocuparse por las Lesbianas para las que se suponía que era la reunión, la facilitadora obtuvo atención y apoyo completos. El Feminismo Lésbico básico se trata de apoyar a quienes están en la posición de oprimidas, no de aumentar la adoración de los privilegiados.
Por mucho que mencione lo terribles que son los hombres, Sonia escribe sobre su esposo («Rick» en 1991 y «Vince» en 1993) como si él fuera simplemente otro «amante» entre sus amantes Lesbianas, incluso hablando de él mientras estaba en los brazos de su amante:
«… durante ninguno de mis dos matrimonios, con Rick y luego con Susan…»
pag. 37.
Con Vince, me gustaban las caricias y el sexo me pareció tolerable, incluso placentero a veces… El sexo con mujeres no era muy diferente…”.
pag. 99
¿No es “muy diferente”? Nunca antes había escuchado a una Lesbiana real decir eso. Después de todo, pasamos por el infierno y arriesgamos nuestras vidas para amar a otras mujeres Lesbianas. Las mujeres que siguen sus corazones para amar a otra mujer están motivadas por algunos de los amores y emociones más fuertes imaginables, mientras que las mujeres que eligen a los hombres primero están asombradas de lo diferente que es hacer el amor con una verdadera Lesbiana, en lugar de ser follada por un hombre. Es un universo aparte. Además, ser Lesbiana se trata de amor, no de «sexo». Y tal vez ese sea el problema con Sonia y Jean.
Ninguna parece tener idea de cómo se sentiría enamorarse de su mejor amiga cuando eran niñas antes de entregarse a los hombres y al hetero-sexo. En cambio, están sumidas en el lío de la supremacía masculina que odia a las mujeres. Nunca se les ocurre que sería un mundo de diferencia con respecto a elegir y amar primero a las de nuestra propia clase.
Pero entonces, ¿ha aprendido alguna vez Sonia a amar a otra mujer? Aparte de lo que puede obtener de las mujeres, no veo ninguna señal de ello. Pero si ha elegido nunca amar de verdad a otra mujer, no es Lesbiana. (Esta es la razón por la cual las narcisistas y las psicópatas nunca son Lesbianas: no quieren o no pueden amar a otras mujeres. Pueden poner el ojo en aquellas Lesbianas que tienen más probabilidades de darles lo que necesitan, pero eso no las convierte en Lesbianas).
Sonia: «Las relaciones son relaciones, Harper, sin importar quién las esté haciendo».
p.16.
Entonces, ¿por qué no te quedas con tus hombres, Sonia? Ella continúa a lo largo de sus libros sobre cuán viles son los hombres y cuán diferentes son de las mujeres, entonces, ¿de qué se trata esto además de avergonzar a las Lesbianas?
Si no hubiera diferencia, entonces las Lesbianas no serían ejecutadas en países con más supremacía masculina, y las Lesbianas no serían atacadas, encarceladas, torturadas y asesinadas en los “mejores” países.
Sonia está llena de actitudes de odio a las lesbianas. Cuando Jean siente dolor, ¡Sonia se pregunta si tendrá “SIDA”!. pag. 252. ¿Por qué diablos una Lesbiana tendría SIDA? Este es el tipo de cosas que las mujeres se preguntan sobre nosotras porque confunden a las Lesbianas, que corren el riesgo más bajo, con los hombres homosexuales, que corren el riesgo más alto. ¿Por qué su alteza no sabe esto?
También revela cuán obsesionada está Sonia con lo que los hombres piensan de ella, incluso ver sus piernas en sus «pantalones cortos».
He luchado con estas piernas durante mucho tiempo…. Especialmente cuando hay mujeres presentes con piernas muy atractivas.
p.226
La playa estaba abarrotada de gente, hasta el agua. Mientras ella se acercaba a cada grupo, se había producido un silencio obvio, repentino y atónito. Nadie podía creer Esas Horribles Piernas. Sus piernas. Es extraño el poder que esas piernas oscuras y peludas de mediana edad tenían sobre la conversación.
¿Por qué alguna de esas personas se molestaría siquiera en mirarla, y por qué le importaría tanto a menos que crea en la estafa masculina sobre lo que es «atractivo»?
Sonia también está siguiendo el patrón narcisista no sólo en las relaciones individuales, sino en toda la comunidad Lesbiana, a la que acudió en busca de apoyo y a la que elogió al principio, como la forma en que un narcisista corteja a un amante. Luego, como cuando las narcisistas terminan con la adorada amante, ella se vuelve contra toda la comunidad para decir que somos tan malas como sus más odiados enemigos (los hombres, excepto sus adorados hijos).
Sonia es tan egocéntrica que nunca se detiene a pensar que otras mujeres tienen formas diferentes de pensar y sentir. Todo es desde su punto de vista de arrogancia y superioridad. Una amiga comentó que se horrorizó cuando Sonia describió su relación con Susan como un transatlántico de lujo gigantesco con filas de tripulantes uniformados parados en posición de firmes:
Nos felicitamos con orgullo por tener uno de los Barcos de relación más grandiosos del mundo, un Barco tan superior a de todas las demás que estábamos inundadas de lástima por el resto de la humanidad. …Qué humillante vivir, como muchas de nuestras amigas, con remolcadores llenos de hollín resoplando alrededor de sus salas de estar. Qué trágico que existieran aún más con humildes canoas….
p.1, 1991.
(Ni siquiera me hagas empezar con el racismo y el clasismo de eso).
Mi amiga comentó: “Es como la gente rica que se jacta de sus riquezas y luego se queja de lo difícil que es su vida, porque los tripulantes les dicen qué hacer. Pensé que tal vez si ella tuviera una simple canoa insignificante no habría un tripulante para mandarla, pero tendría que remar sola… y ¿por qué iba a escuchar a un hombre de todos modos?» Y, por supuesto, Sonia habla de sus “barcos de relación» con su esposo y Susan como si fueran lo mismo.
Las Lesbianas y las mujeres son una especie social y nos necesitamos mutuamente para la supervivencia, la amistad y el amor. Por supuesto que haremos cosas la una por la otra y, por supuesto, tenemos derecho a esperar reciprocidad. Pero el manifiesto de Sonia trata sobre cómo ella quiere lo que quiere en este momento. Todavía está enojada por ser la “esclava” de su esposo (ignorando el racismo al usar esa palabra para un contrato lucrativo voluntario), así como por el inmenso privilegio que todavía tiene. p.83, 1991. Susan parece haberse ocupado de todas sus necesidades, incluida la probable introducción de Sonia a la cultura y la comunidad Lesbianas, sin mencionar a ella misma, lo cual es un regalo fenomenal. En lugar de sentir amor y gratitud, Sonia se rebela como una niña malcriada que hace berrinches y anhela su “Utopía”, donde todas toman y hacen lo que ella quiere. p.79, 1991. No piensa en lo que su(s) amante(s) podría(n) necesitar o qué límites podrían tener.
La vergüenza de Sonia y Jean hacia las Lesbianas es interminable. En uno de sus talleres, describe con detalles humillantes lo difícil que fue hacer el amor con Marcy para que la audiencia pudiera reír. Luego, Jean se refirió a un sociólogo que dijo que de miles de mujeres, “el 95 % admitió fingir orgasmos al menos una parte del tiempo, y el 75 % admitió fingir orgasmos todo el tiempo”. pag. 257. Jean admite ser parte del grupo que fingía orgasmos todo el tiempo. (¿Con sus hombres?) Conozco a cientos de Lesbianas, pero no conozco ninguna que haya fingido orgasmos.
Sonia: “Esas estadísticas… significan que las probabilidades son muy altas de que la mujer con la que estás sentado, la mujer con la que tienes una relación, esté mintiendo sobre lo que siente en la cama. Probablemente esté fingiendo un orgasmo…”
p.258.
Pero estas no son estadísticas sobre Lesbianas. ¿Por qué avergüenzan y aterrorizan a las Lesbianas en un supuesto taller Lésbico con estudios hechos sobre hetero-mujeres folladas?
Jean continúa: “Luego llegué al punto en el que no estaba satisfecha con fingir una sola vez. Fingí orgasmos múltiples y complací a mis parejas aún más, las hice sentir aún mejor acerca de sus habilidades como amantes. … no era inusual para mí fingir doce o trece orgasmos en quince minutos.”
Esta es una de las cosas más crueles que he leído que las ex-heteras hacen a sus amantes. ¿Cómo se puede confiar sobre cualquier cosa, en alguien que ha mentido a sus amantes Lesbianas sobre algo tan íntimo, como lo ha hecho Jean? (Eso pone los elogios de Jean hacia Sonia dándole orgasmos bajo una luz completamente diferente. ¿Sonia se dio cuenta?)
Sonia de nuevo: “Algunas de ustedes son muy conscientes de que fingen tanto el orgasmo como el placer. Pero estoy segura de que hay otras de ustedes sentadas aquí que piensan que nuestras estadísticas no tienen nada que ver con ustedes, como lo hizo Jean hasta hace una semana -fingiendo todo pero creyendo realmente que no es así… creyendo realmente que los retorcimientos y gemidos que se encienden en el momento crucial son un orgasmo.”
pag. 258.
Entonces, aunque Jean había estado dando una conferencia a la audiencia de Lesbianas, Sonia tomó el control para que la audiencia supiera que, básicamente, Jean no está segura de qué es un orgasmo y no se dio cuenta de eso hasta una semana antes, hasta que su gurú del sexo, Sonia, la ayudó. Hablando sobre mindfuck [1]masivo y nuevamente preparar a Jean para que no confíe en sus propias percepciones.
Mientras tanto, observe cómo intentan humillar y avergonzar a las Lesbianas que hacen el amor entre ellas, reduciendo la rara pasión Lesbiana a grotescas y vergonzosas «retorcerse y gemir». Luego, para avergonzar aún más a las Lesbianas en su taller, Jean dice:
“En un grupo de más de cuarenta mujeres, al menos una docena escribieron que veían videos de hombres follándose entre ellos para poder tener sexo”.
pag. 259.
Nuevamente, no lo creo. Y es interesante que incluyan esto cuando comienzan a describir hacer cosas entre ellas que también aconsejan a otras mujeres que hagan, y por las que los hombres homosexuales son famosos, como obsesionarse con la orina, la mierda, los anos, etc.
El misterio para mí no es cómo esta falsa profeta engañó a las Feministas Lesbianas, sino ¿por qué alguien con política Feminista Lesbiana se convirtió en su seguidora? ¿Por qué no se dan cuenta de a cuántas Lesbianas y mujeres está dañando? No se trata solo de una mujer arrogante privilegiada que odia a las Lesbianas, sino del fenómeno de esas mujeres que ingresan a nuestra comunidad Lesbiana después de haber sido abandonadas por sus esposos o novios, en busca de un mejor trato y usando sus políticas masculino-identificadas como un arma para manipularnos y controlarnos. Se apoderan de lo que han creado las Lesbianas reales, mientras se hacen pasar por superiores a nosotras. (Esto es muy similar a lo que nos están haciendo los hombres que se identifican como Lesbianas).
Creo que su estafa funcionó porque Sonia interpreta tanto a la víctima (haciendo que las mujeres defiendan y expliquen su odio hacia las Lesbianas) como a la acosadora.
Primero pensé que me centraría en cómo Sonia proyecta su odio hacia las mujeres, pero pronto me di cuenta de que sus libros son un estudio sobre el sadomasoquismo, con el que está obsesionada. Una pista de lo que realmente está pensando se encuentra en sus proyecciones vehementes, así como en sus «experimentos» cada vez más sádicos con una Jean traumatizada. Es mejor leer estos libros teniendo en cuenta la política Feminista Lesbiana Radical, ya que tratar de explicar los conceptos básicos tomaría un libro completo. (Y recuerda que admiten que el libro de 1993 es ficción).
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